Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada

Las madres de la Plaza de Mayo de Argentina y las miles de víctimas por desaparición forzada de las dictaduras latinoamericanas son conocidas en el mundo entero. Los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos en México, fueron noticia durante meses.

En cambio, el caso de Colombia resuena mucho menos. Tal vez porque las cifras de desapariciones quedan inhumadas en otras cifras vertiginosas de víctimas por el violento conflicto interno que ha conocido y conoce Colombia. Sin embargo, son igual de aberrantes, oscilando entre aproximadamente 45.000 (según el RUV[1]) y 69.000 personas desaparecidas según la Fiscalía, pero podrían ser muchos más.

En diciembre de 2009, por ejemplo, se descubrió una fosa común con 2.000 cadáveres[2]. En cientos de cementerios en el país descansan 20.453 cuerpos bajo la sigla ‘NN’, (Nomen Nescio, “nombre desconocido”) o en fosas comunes[3]. Las cifras de desaparecidos y desaparecidas en Colombia superan a la suma de los de Argentina y Chile.

El delito de desaparición forzada es una violación continuada porque se sigue dando mientras la persona no sea encontrada. La victimización, por lo tanto, también es continuada. Además son revictimizadas las personas desaparecidas y sus familiares, porque la gran mayoría de las desapariciones nunca se esclarecen y quedan en total impunidad[4]. Los familiares que buscan a sus desaparecidos y desaparecidas reciben amenazas por parte de actores que prefieren que la verdad no salga a la luz.

El 30 de agosto, en Colombia y, en todo el mundo, se ‘celebró’ el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada. Para los familiares es otra oportunidad para sacar las fotos de las caras queridas de sus esposos y esposas, hijos e hijas, sobrinos y sobrinas, hermanos y hermanas que un día se fueron a sus trabajos, al campo o a la tienda y nunca más aparecieron. Incansablemente las llevan en tableros y cuadros o en medallas en su cuello, a lugares públicos para luchar contra el olvido, la impunidad y la injusticia. Si la desaparición forzada intentó aniquilar a las personas, los familiares la mantienen viva.

PBI acompaña a varias organizaciones de familiares de personas desaparecidas y participa en la Mesa de Trabajo sobre Desaparición Forzada de la Coordinación Colombia – Europa – Estados Unidos (Cceeu) y, por lo tanto, estuvimos presentes en la Plaza de Bolívar ese día.

— Hendrine Rotthier

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[1] Registro Único de Víctimas, manejado por la Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, bajo la Ley 1448 de 2011.

[2] Publico.es: Aparece en Colombia una fosa común con 2.000 cadáveres, 26 de enero de 2010

[3] Semana: En Colombia hay 20.453 ‘NN’ en cementerios municipales, 8 de julio de 2015

[4] El Tiempo: CIDH, preocupada por impunidad en desapariciones forzadas en Colombia, 5 de abril de 2015

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