Del compromiso campesino al liderazgo político

Doña Irene Ramírez representa a una de las organizaciones campesinas más grandes en todo el país, una organización que tiene como objetivo la defensa integral de los derechos humanos para el campesinado del Magdalena Medio.

Irene comenzó su trabajo con la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra, (Acvc), en 2008, después de haberse involucrado en la lucha campesina desde niña.

Aunque no estudió, sus padres siempre le enseñaron la importancia que tiene el campo para los colombianos y la necesidad de exigir el reconocimiento de los derechos de los campesinos, para que no trabajen gratis. Irene es una persona humilde y consciente de la realidad que le rodea, todo lo que hace, lo hace por las comunidades y por la gente, quienes han sufrido tanto por la violencia extrema que ha vivido y vive el país.

Irene nos cuenta que, en 2003, los paramilitares mataron al hermano de Irene, a la edad de 32 años, en el Sur de Bolívar, él era un líder campesino. Desde entonces, Irene se involucró en las Juntas de Acción Comunal, buscando una vida más digna para los campesinos y una salida de los círculos viciosos de la violencia.

Aunque el cambio de vida, de la tranquilidad campesina en Puerto Matilde al ruido y caos de Barrancabermeja, le dio duro a Irene. Su compromiso con el campesinado le ha impulsado a tomar un papel activo en la lucha política y social para la defensa de los territorios y la construcción de la paz desde la base.

Irene habla de las regiones donde trabaja la Acvc, como las escuelas para el aprendizaje donde se puede compartir conocimiento, fortalecer los procesos organizativos y buscar una vida digna para los que viven del campo.

La Acvc se está preparando para una nueva época de postconflicto en Colombia y están pensando que significaría eso, realmente, para el campesinado del Magdalena Medio. Irene cree que la Acvc va a tener un papel importante cuando se firme la paz, exigiendo el cumplimiento de los acuerdos por parte del gobierno y también promoviendo modelos de paz para los territorios.

La Acvc ha creado proyectos productivos en el campo, que representan alternativas reales del modelo económico neoliberal impuesto por el estado colombiano y el resto del mundo, comenta Irene. “Estos proyectos se implementan en la Zona de Reserva Campesina del Magdalena Medio, la figura legal que protege a la tierra de los campesinos para desarrollar sus vidas sin amenazas de mega proyectos o latifundios”. Tiene un proyecto innovador de crianza de búfalos y están empezando una cooperativa de carácter nacional para que los campesinos reciban el precio justo por sus productos.

Irene es un ejemplo de una mujer que, a pesar del machismo del campo, ha llegado a tener una posición importante en la lucha social en Colombia. Ella espera que pueda ser inspiración para sus compañeras del campo y que la sociedad pueda reconocer que sin sus aportes, una paz verdadera y sostenible no será posible.

Irene hace énfasis en la importancia de la educación en el campo. Reconoce ella misma que, antes de involucrarse con el movimiento social y la Acvc, no conocía sus derechos ni los exigía. Es fundamental que todos los que viven en el campo se apropien de sus derechos para seguir con la lucha y la construcción de la paz en Colombia.

Hannah

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