Credhos es ya un sujeto de reparación colectiva

La hija de David Ravelo habla emocionada mientras lee en su celular el mensaje que su padre ha querido transmitir desde la cárcel de Barrancabermeja. Le cuesta levantar la mirada hacia el público presente en el acto que la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas ha convocado esta semana para hacer público la notificación como sujeto de reparación colectiva a la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos (Credhos), y llora por momentos. Sus lágrimas recuerdan el sufrimiento, la indignación y la injusticia que las víctimas del conflicto colombiano siguen padeciendo, aunque poco a poco son muchos los pasos que se van dando para la reparación de personas, organizaciones y municipios que han padecido en sus entrañas la violencia armada, verbal y psicológica durante décadas.

Un ejemplo de ello es este reconocimiento que, enmarcado en la ley 1448 de 2011, recuerda y valora los más de treinta años de continuas amenazas, atentados, presiones y estigmatizaciones recibidas y las once víctimas mortales que forman parte de la memoria de esta corporación, justo antes de que se conmemore a nivel mundial el Día de los Derechos Humanos, que cada año se celebra el 10 de diciembre.

Iván Madero, su presidente, se mostraba emocionados momentos antes del acto público por todo lo que significa para Credhos. “Sentirnos reparados y reconocidos es como esa nueva etapa de fortalecimiento con la institucionalidad; estamos contentos, nos lo merecemos por nuestros treinta años persistiendo”, explicaba orgulloso por el trabajo que su corporación viene desarrollando en todo el Magdalena Medio y por las esperanzas que los nuevos tiempos de paz y reconciliación pueden traer para las personas defensoras de derechos humanos en Colombia.

Ivan Madero, Credhos
Iván Madero, presidente de Credhos

Al acto también acudieron familiares de los trabajadores de Credhos asesinados en estas tres décadas quienes, de manera emotiva, quisieron citar a cada uno de sus muertos con velas y palabras de recuerdos. En primera fila también estuvieron algunos de “los viejos” defensores -como se les presentó justo en el momento de conmemorarles- quienes han persistido contra viento y marea a las más violentas épocas sufridas en Barrancabermeja y que, por ello, se han convertido en todo un ejemplo de coraje y persistencia humana.

Para Jorge Gómez, uno de los fundadores de Credhos allá por 1987, expresaba su preocupación por la falta de compromiso político que, “aún hoy” -aseguraba- existe para garantizar la vida y el trabajo de las personas que defienden los derechos humanos en Colombia. “El gobernador y el alcalde municipal faltan en este acto -decía- porque la reparación no es que nos pongan escoltas y coches blindados, sino que haya un compromiso político mayor y mejor por parte de las administraciones municipales y departamentales para reparar el daño, ahora que hablamos de paz y de reconciliación en el país”, decía.

Por su parte, el defensor de derechos humanos, David Ravelo, agradecía este reconocimiento desde la cárcel en un mensaje de vídeo que se proyectó en mitad del acto y solicitaba no olvidar ni su causa ni su caso. Aseguraba ser fuerte y contar con muchos referentes en el camino, como el recién fallecido Marcos Ana -el preso político que más tiempo pasó en la prisión española durante el franquismo- quien en su trayectoria siempre apostó por sus derechos y por sus ideas.

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David Ravelo, foto tomado en la cárcel en Barrancabermeja en 2016. Foto: PBI Colombia

Ravelo, a quien PBI Colombia acompaña incluso desde la prisión, lleva seis años encarcelado por las acusaciones del exparamilitar Mario Jaime Mejía, alias “El Panadero”, del asesinato en 1991 de David Núñez Cala[1], exsecretario de Obras Públicas de Barrancabermeja. Le condenaron a 18 años de prisión aunque, quien conoce el caso, asegura que no todas las fuentes fueron entrevistadas en los juicios ni tenidas en cuenta como pruebas. Asimismo, siempre se obvió el reguero de años que David Ravelo acumulaba como defensor de derechos humanos, y en los que nunca dejó de denunciar la presencia paramilitar y guerrillera en la zona del Magdalena Medio, e incluso los cinco intentos de asesinatos que llevaban su nombre. Es por ello que el actual presidente de Credhos considera que “el caso de Ravelo es emblemático por la criminalización de la acción social y por la privación de la libertad que tiene como defensor de derechos humanos”.

Tiempos de esperanza

Reconocer a Credhos como sujeto de reparación colectiva en un acto público donde miembros de la municipalidad de Barrancabermeja y de la gobernación del Santander dejaron claro su apuesta por ofrecer todas las garantías a quienes defienden los derechos humanos es una clara muestra de que los tiempos parecen estar cambiando. Por su parte, Iván Madero apuntaba con vistas de futuro sin olvidar la dureza del pasado que “hay esperanzas para la democracia fortalecida y la paz duradera”.

En general, para Credhos estos tiempos de post-acuerdo y de construcción de paz se consideran “clave” para las víctimas del conflicto y para los defensores y defensoras de derechos humanos porque “van a participar en los nuevos escenarios y van a generar nuevas esperanzas de fortalecimiento para el Estado de Derecho. Ellas y ellos serán ahora quienes formen parte de las veedurías y acompañen la implementación de los Acuerdos de Paz”, aseguraba Madero con entusiasmo.

Por todo ello, desde PBI Colombia felicitamos a Credhos y a todas las personas que han formado parte de esta corporación ya que con su talante, fuerza y persistencia han convirtiendo toda esta trayectoria y oficio en un auténtico Patrimonio Histórico de la defensa de los derechos humanos en Barrancabermeja y en el Magdalena Medio colombiano.

Silvia Arjona Martín (Brigadista en el equipo de terreno Barrancabermeja)

Notas de pie:

[1] El Espectador: El caso de David Ravelo, a la CIDH, 27 de septiembre de 2015

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