La lucha por la tierra para la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, como para muchas comunidades campesinas, indígenas y afrocolombianas, ha sido histórica, y lo más central a su existencia.
Hoy en día, la necesidad de defender la tierra es más importante que nunca. El Acuerdo de Paz entre la antigua guerrilla de las FARC-EP y el gobierno colombiano ha tenido como consecuencia la mercantilización de territorios que, a causa del conflicto armado, quedaban fuera de la lógica del mercado. En el caso de la Comunidad de Paz, esto implica defender la tierra frente a empresas mineras que llegaron a la zona con el fin de explotar sus riquezas. En el corregimiento de San José de Apartadó hay varios títulos mineros vigentes[1] y la Comunidad de Paz ha denunciado la penetración constante de las empresas mineras y sus intentos de persuasión a la población local.[2]