Las Operaciones Génesis y Cacarica: frente al horror, una historia de resistencia
La región del Bajo Atrato, en el noroccidente colombiano, ha sido un enclave particularmente azotado por la violencia y el conflicto armado. Según la Unidad de Víctimas, en la región, se encuentran registradas cerca de 429.820 víctimas de desplazamiento forzado, despojo de tierras y asesinatos selectivos, entre otros[1]. Uno de los hechos más cruentos, que marcó para siempre la historia de las comunidades afrocolombianas del río Atrato, tuvo lugar en la cuenca de Cacarica. La Operación Génesis, ejecutada entre el 24 y 27 de febrero de 1997 fue una ofensiva encabezada por el General Rito Alejo del Río, comandante de la Brigada XVII del Ejército, coordinada con el grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (Bloque Elmer Cárdenas), con el pretexto de retomar zonas controladas por la guerrilla de las FARC-EP[2]. Paralelamente y en operaciones conjuntas con las Fuerzas Militares[3], el grupo paramilitar Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), inició la Operación Cacarica, atravesando el río Atrato hasta incursionar en las cuencas del Salaquí, Truandó y Perancho[4].