“Estábamos a la deriva cuando llegó Danilo Rueda, Abilio Peña y la hermana Carmen, de la Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz.  Poco a poco se estableció el diálogo y el acompañamiento de esta organización, y después vino PBI.  Los voluntarios y voluntarias de PBI hicieron muchas rondas al coliseo donde estábamos mas de 2,000 personas desplazadas del territorio colectivo de Cacarica, de día y de noche, a veces se quedaban a dormir. Con esta presencia bajaron las amenazas y ya no hubo más asesinatos” – Ana Martínez Moreno, lideresa de las Comunidades de Autodeterminación, Vida y Dignidad del Cacarica (CAVIDA)

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