Desde PBI hemos venido hablando de nuestra idea del círculo de protección, de cómo protegernos implica tener en cuenta muchas dimensiones de los impactos de las violencias: la dimensión espiritual o de sentido, la dimensión psicoemocional o corporal, la dimensión grupal-relacional y, ahora, queremos hablar de la dimensión territorial o de proyecto. Queremos hablar de cuanto es importante proteger lo que estamos reivindicando o defendiendo: nuestro territorio en paz, el acceso a la justicia, la construcción de una verdad que vaya de la mano con lo vivido por las personas violentadas, una vida libre de violencias. Deseamos construir mundos nuevos o, mejor dicho, ampliar los mundos bellos que ya existen y queremos que lleguen a todo el mundo. Eso nos lleva a organizarnos colectivamente y defender lo que consideramos sea fundamental para la vida.
