Recordando la desaparición forzada en Colombia

El día 22 de junio 2018, representantes de las Embajadas de Alemania y Francia, de Caritas Alemana y de la Agencia Alemana de Cooperación Técnica (GIZ) realizaron una visita diplomática para manifestar su apoyo al trabajo de acompañamiento a víctimas de desaparición forzada a favor de la verdad y la justicia que realiza la Fundación Nydia Erika Bautista (Fneb[1]). En el evento estuvieron presentes 70 familiares de víctimas de desaparición forzada de las organizaciones Familiares Colombia, Madres del Meta y Guaviare, Madres por la vida, Mujer sigue mis pasos, provenientes de Bolívar, Boyacá, Caldas, Casanare, Cauca, Cundinamarca, Meta, Putumayo y Valle del Cauca.

J-M Druette saludando
Jean-Marie Druette, consejero político para los derechos humanos de la Embajada de Francia saludando a una lideresa, afectada por la desaparición forzada
Ferdinand Saludando
Ferdinand Jenrich, consejero político de la Embajada de Alemania saludando a lideres que viajaron del Putumayo

Durante los últimos 45 años en Colombia ha habido 60.630 víctimas de desaparición forzada[2]; es decir, una persona desaparecida cada ocho horas. El aspecto más inquietante de esta práctica de violencia consolidada es su dimensión geográfica, considerando que se han registrado casos en 1.102 de los 1.125 municipios de todo el país. Esto implica asumir que la práctica de la desaparición forzada ha llegado a un nivel de dramática normalización.

Si alargamos el margen temporal del análisis los datos no son más alentadores. En los últimos 78 años un total de 117.422 personas fueron reportadas como desaparecidas según las cifras oficiales aportadas por Christoph Harnisch, jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)[3] en Colombia, como ocasión del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas del 2016. Al año siguiente de estas afirmaciones, las Naciones Unidas[4] agregaron que a pesar de la tipificación de este delito con la Ley 589 del 2000, esta práctica se ha caracterizado en el terreno jurídico por una impunidad generalizada.

Lideresas
Lideresas del Valle del Cauca y de Bolivar que asistieron a la visita de las embajadas de Francia y Alemania este 22 de junio y donde tuvieron la opportunidad de expresar sus preocupaciones frente a la situación vividas en los territorios.

Las personas integrantes de Fneb han sido objeto permanente de seguimiento, amenazas, robos de información y hostigamiento debido a su labor por la defensa de los derechos humanos. Su trabajo se caracteriza por el incansable esfuerzo de documentar, sensibilizar y visibilizar el entramado de factores que permiten la continuidad del fenómeno. El fin de tanto trabajo no es otro que generar a la institucionalidad la responsabilidad de adelantar investigaciones. Además, desde que Yanette Bautista acudió en la primera delegación de víctimas a La Habana y hasta la fecha, las defensoras han sido expuestas a un incremento de las amenazas de carácter grave a través de llamadas, correos electrónicos o mediante panfletos. El nivel de riesgo ha ido subiendo de forma directamente proporcional a los logros y los avances jurídicos. Sin olvidar la situación de vulnerabilidad que padecen las comunidades en terreno y los centenares de víctimas acompañadas, expuestas a un doble riesgo de invisibilización y revictimización.

Lideresa y su hija

La organización ha logrado además implementar algunos mecanismos inéditos para la afirmación de los derechos humanos de las personas familiares víctimas de desaparición forzada tanto en contextos rurales como urbanos. El trabajo desarrollado ha logrado desencadenar un relevante proceso de empoderamiento de personas indígenas, afrodescendientes y mujeres de varios Departamentos del país, destacando así la importancia del enfoque diferencial étnico y de género en la adopción de estrategias para la defensa de los derechos humanos.

La desmovilización de las Farc-Ep y su conversión en partido político ha sido un logro histórico para toda la comunidad internacional, lo cual necesita una coherencia igualmente histórica en la implementación del Acuerdo de Paz para el buen funcionamiento de las entidades creadas, como la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD), más si cabe en este momento de incertidumbre política. En esta particular coyuntura que está viviendo el país, resulta prioritario empoderar y fortalecer los mecanismos creados a partir de lo pactado.

Adri acompañando

Si nos referimos a los datos del Centro Nacional de Memoria Histórica, resulta que de las 60.630 personas desaparecidas solo se ha llegado a esclarecer 8.122 casos; mientras que si nos referimos a los datos del Cric, de los 117.422 casos reportados, aún no se tiene ninguna noticia de 63.686 hombres y 19.136 mujeres. Sea cual sea la fuente, la conclusión sigue siendo triste: Colombia cuenta con decenas de miles de casos de personas desaparecidas que siguen en la impunidad total y que afectan de manera directa a cerca de otro medio millón de familiares.

Todos los esfuerzos de la organización han sido dirigidos hacia el esclarecimiento de la verdad y la realización de diversos ejercicios para preservar la memoria, todo ello con el objetivo de contrarrestar la alienación de los fríos números y restituir un rostro a las personas desaparecidas.

Por estas razones, el respaldo internacional a organizaciones defensoras de derechos humanos como FNEB es sumamente importante. Resulta necesario visibilizar esta labor en pro de los derechos humanos y en contra de la desaparición forzada que, además, muchos deben desarrollar bajo amenazas constantes. En este esfuerzo conjunto se encuadra la visita de los dos consejeros políticos de la embajada de Alemania y de Francia. Después de un saludo a las víctimas que estuvieron presentes, los delegados de ambas embajadas pudieron escuchar los testimonios de diferentes líderes y lideresas que vinieron desde Bolívar, Meta, Guaviare, Valle del Cauca, Putumayo y Bogotá. Jean-Marie Druette, de la embajada de Francia, agradeció los testimonios pues éstos son fundamentales a la hora de entender la situación de las víctimas en el país. Terminó su intervención reafirmando su compromiso con las víctimas de desaparición forzada ante los nuevos retos del contexto actual y recordando los motivos que hay para la esperanza, como es la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas que está siendo apoyada fuertemente desde la comunidad internacional. Por su lado, Ferdinand Jenrich, de la embajada de Alemania, también agradeció a las víctimas su presencia y gratitud por compartir sus historias. Durante su intervención quiso felicitar a la FNEB por su trabajo y apoyo a las diferentes organizaciones de víctimas en todo el país que ha permitido visibilizar las diferentes problemáticas vividas en los territorios.

Mario Paciolla y Adrian Carrillo

PBI Colombia

con los lideres
Notas de pie

[1] PBI Colombia: Fundación Nydia Erika Bautista (FNEB), sito web de la FNEB: http://www.nydia-erika-bautista.org/index.php/fundacion

[2] Centro Nacional de Memoria Histórica: Hasta encontrarlos, 2016.  Esta cifra es variable según la institución y el periodo, la última publicada por el Observatorio de Memoria y Conflicto, del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) estima que 82 mil 998 personas fueron desaparecidas forzadamente en el país desde 1958 hasta la actualidad, RCN: Casi 83 mil personas han sido víctimas de desaparición forzada en Colombia, 25 de febrero 2018

[3] Comité Internacional de la Cruz Roja: Colombia: más de medio millón de personas afectadas por el fenómeno de la desaparición, 29 de agosto 2016

[4] RT Noticias: Desapariciones forzosas en América Latina: La ONU denuncia «generalizada impunidad«, 31 de agosto 2017

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