Ejecuciones extrajudiciales en Manizales

Darbey Mosquera Castillo, Alex Hernando Ramírez Hurtado y José Didier Marín Camacho, tres jóvenes desempleados y de escasos recursos, procedentes de Pradera (Valle del Cauca), soñaban con obtener ingresos para sus familias.

Ante la necesidad de sobrevivir en un contexto socioeconómico caracterizado por la pobreza, la falta de educación y de trabajo, salieron con destino a Manizales (Caldas) en compañía de un soldado del Ejército, bajo la promesa de un empleo remunerado. En el camino, fueron detenidos por miembros del Batallón Contraguerrilla No 57 ‘Mártires de Puerres’, adscrito a la Octava Brigada del Ejército Nacional. Una vez bajados del taxi, los militares asesinaron a Darbey y Alex, quienes luego fueron reportados como terroristas al servicio del narcotráfico muertos en combate, resultado de la Operación Fénix librada en la vereda Java (zona rural de Manizales)[1].

José Didier logró salvar su vida gracias a una falla en el fusil que un soldado le apuntaba a la cabeza. Esto lo convirtió en testigo clave y protegido. Según dhColombia, “sin trabajo o con algunos inestables, viviendo una difícil situación económica, teniendo problemas con la justicia, eran vistos más como un problema social que como sujetos [con] derechos. Así que eran las carnadas perfectas para convertirlos convenientemente en combatientes y, por tanto, en objetivos de la acción contrainsurgente del Ejército. Además, nadie los extrañaría”[2].

Por estos hechos, en abril de 2012 fueron condenados siete militares de bajo rango por el delito de homicidio agravado[3]. “Es una decisión ejemplarizante para los demás casos de ejecución extrajudicial o ‘falsos positivos’ que están en investigación en el país”, manifestó Molano tras la condena[4]. Además, el abogado solicitó a la Fiscalía General investigar al comandante y al subcomandante de la Octava Brigada por su presunta participación en la muerte de estas personas[5]. En 2014 se realizaron audiencias acusatorias contra tres personas más, el mayor Josué Linares Hernández, comandante del Batallón vinculado al crimen, un oficial y un integrante de la Oficina de Envigado[6]. También solicitó la vinculación al caso del entonces comandante del Ejército, Mario Montoya Uribe[7].


Notas de pie

[1] DhColombia: Estudio de caso: Señor Comandante: ¡Sírvase felicitarlos!, octubre de 2011
[2] DhColombia, Militares Colombianos Implicados en Asesinatos Serían Ascendidos, 4 de diciembre de 2012
[3] Caracol Radio: Condenan a siete militares por caso de falso positivo en Manizales, 29 de marzo de 2012
[4] Ibíd.
[5] Entrevista a Jorge Molano, mayo de 2012
[6] Entrevista a Jorge Molano, 16 de septiembre de 2015; La Patria: Aplazaron inicio de juicio por falsos positivos en Manizales, 7 de abril de 2015; La Oficina de Envigado es un grupo criminal con raíces en el cartel de Medellín de Pablo Escobar. Se desempeña en actividades criminales como el tráfico y venta de drogas, extorsiones, secuestros, homicidios con una red de sicarios, y el lavado de dinero. InSightCrime: La Oficina de Envigado
[7] Entrevista a Jorge Molano, 16 de septiembre de 2015; Las2Orillas: La historia negra del general (r) Mario Montoya, 24 de junio de 2015

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