Archivo de la categoría: Actualidad

Posicionamiento sobre Gaza

PBI pide respeto al derecho internacional, protección a personas defensoras y alto el fuego inmediato.

Brigadas Internacionales de Paz (PBI), organización que busca crear espacios para la paz y participar de la protección de los derechos humanos, comparte las palabras del Secretario General de la ONU en cuanto a que “sólo una paz negociada que satisfaga las legítimas aspiraciones nacionales de palestinos e israelíes por igual (…) puede aportar estabilidad a largo plazo a la población de esta tierra y de la región más amplia de Oriente Medio”.

➢ PBI se solidariza con todas las víctimas; cuando los derechos humanos se violan en una parte del mundo se violan en todo el mundo. La guerra no es la solución, la confrontación armada solo aumentará la muerte y destrucción y alejará la posibilidad de encontrar una solución negociada y estable.
➢ PBI insta a Israel que implemente la orden provisional de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) del 26 de enero 2024, que tome medidas para prevenir el genocidio en Gaza. Además PBI reitera su llamado a un alto el fuego inmediato.

En nuestros 40 años de existencia, las numerosas organizaciones y comunidades defensoras de Derechos Humanos que hemos acompañado en distintos países nos han enseñado a dar importancia a la memoria histórica, por ello es importante reconocer las
raíces de la situación actual: la guerra árabe-israelí de 1948-1949 posterior a la adopción del Plan de las Naciones Unidas para la Partición de Palestina de 1947 y el consecuente
desplazamiento de más de 700.000 habitantes de palestina. Desde entonces, el conflicto violento no ha cesado. El atentado del grupo Hamás del día 7 de octubre de 2023 dejó un saldo de cerca de 1.200 personas asesinadas y por lo menos 240 personas secuestradas, y
la respuesta del Estado Israel. Cuatro meses después, el operativo militar por parte de Israel, según fuentes consideradas por la CIJ, llevó a 25.700 palestinas y palestinos matados, más de 63.000 personas heridas, más de 360.000 viviendas destruidas o dañadas
y alrededor de 1,7 millones de personas forzadamente desplazadas dentro de Gaza.

Numerosas declaraciones de Naciones Unidas han alertado repetidas veces sobre el grave riesgo de genocidio que corre el pueblo palestino por la conducta del Gobierno y las fuerzas
públicas de Israel en Gaza, y además han recordado el deber de todos los gobiernos de evitarlo. En enero de 2024 ocho relatores y relatoras de la ONU insisten: “Israel no sólo está matando y causando daños irreparables a civiles palestinos con sus
bombardeos indiscriminados, sino que también está imponiendo consciente e intencionalmente una alta tasa de enfermedades, desnutrición prolongada, deshidratación e inanición al destruir la infraestructura civil.” A pesar de ello la situación se sigue deteriorando y cada día lamentamos nuevas víctimas civiles, ataques a centros de salud, centros educativos, equipos humanitarios, nuevos desplazamiento. El 29 de diciembre de 2023, la República de Sudáfrica presentó a la CIJ una solicitud contra Israel en relación con el supuesto incumplimiento, en la Franja de Gaza, de las obligaciones que le incumben en virtud de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.

A la luz de lo anterior, la Corte considera en su decisión sobre medidas provisionales y antes de dictar su resolución definitiva, que existe un riesgo real e inminente de que se cause un daño irreparable frente a los derechos contemplados por la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. Por ello llama al Estado de Israel a adoptar todas las medidas a su alcance para impedir la comisión, contra las y los palestinos de Gaza, de cualquier acto comprendido en el ámbito de aplicación del artículo II de la
Convención, en particular debe garantizar, con efecto inmediato, que su ejército no comete ninguno de los actos prohibidos por la Convención. La Corte insiste igualmente en que el Estado de Israel debe tomar todas las medidas a su alcance para impedir y castigar la
incitación directa y pública a cometer genocidio contra miembros del grupo palestino en la Franja de Gaza.

Desde PBI solicitamos:

  • El cese al fuego inmediato. Y que la comunidad internacional concentre todos sus esfuerzos para que se abra una fase de diálogos que busque una paz sostenible y duradera.
  • A la comunidad internacional que exija el respeto del Derecho Internacional Humanitario por parte de todos los actores armados implicados en el conflicto. En particular el cese de bombardeos indiscriminados de la Franja de Gaza, el cese de
    bombardeos a instituciones médicas, educativas, humanitarias, así como el libre acceso a alimentos y agua potable y permitir el acceso a la ayuda humanitaria a las poblaciones civiles.
  • A la comunidad internacional en su papel mediador que insista en la liberación de todas las personas secuestradas por parte del grupo Hamás y de las personas palestinas detenidas  arbitrariamente por Israel.
  • A la comunidad internacional que muestre su fuerte respaldo a instituciones tan importantes para la justicia global como lo es la Corte Internacional de Justicia.
  • A la comunidad internacional que mantenga sus apoyos a las agencias de las Naciones Unidas y a las organizaciones humanitarias que trabajan en la Franja de Gaza.
  • Pedimos a la comunidad internacional la suspensión del suministro de armas a Israel y a los grupos armados presentes en el conflicto.

Brigadas Internacionales de Paz busca ser fiel a su principio de no-partidismo el cual “no significa neutralidad o pasividad ante la injusticia o la violación de los derechos humanos, la dignidad personal y la libertad individual, sino todo lo contrario: PBI está totalmente comprometida con estos valores y lucha en contra de la violencia – física o estructural – como medio de establecer una paz duradera”.

PBI_ Posicionamiento Palestina


Contacto: governance@peacebrigades.org

Tras dos años de desplazamiento la comunidad Wounaan tuvo la alegría de pasar las festividades de fin de año en su tierra, en el Resguardo Santa Rosa de Guayacán

Subimos las últimas marchas antes de llegar al punto de encuentro, en Dagua, las mochilas llenas de material para un par de días y el corazón de ilusión. Hoy es el retorno oficial de la comunidad Wounaan Nonam a su Resguardo Santa Rosa de Guayacán, en el Bajo Calima, Valle del Cauca. Descubrimos una multitud en la plaza frente a la iglesia, todas las familias están esperando los últimos preparativos, con la presencia de la policía y de varias otras instituciones. En compañía de la Comisión de Justicia y Paz (JyP), acompañada por PBI, y que apoyó a la comunidad junto a la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) para su proceso de retorno (fuente), saludamos al Gobernador de la comunidad y, rápidamente, colgamos nuestras banderas en las chivas ya cargadas y a punto de salir.

Apenas un par de minutos después, las chivas arrancan en medio de los gritos de alegría de la comunidad. Rumbo, el puerto de Calima, donde cargarán las lanchas.

A la hora del atardecer, la última lancha llega finalmente al   resguardo bajo las aclamaciones de toda la comunidad ya instalando su campo para la noche. Este año, por fin, toda la comunidad podrá celebrar las festividades de fin de año en casa.

Desde su último desplazamiento en 2021, la comunidad Wounaan nunca ha dejado de intentar volver a su territorio. Tras esta salida forzada por amenazas (fuente) y operaciones contra-insurgentes (fuente) de las AGC contra el ELN (fuente), se quedaron seis meses en Buenaventura, en fuertes condiciones de hacinamiento,
insalubridad e inseguridad (fuente); hasta que la diócesis de Cali encontrara un lugar para ellos en Dagua. Allí vivieron hasta diciembre de 2023 (fuente).

Cabe recordar que el plan de retorno de la comunidad viene a raíz de algunos elementos: en diciembre de 2022, durante la primera mesa de negociación entre el Gobierno nacional y el ELN, se acordó un
eje humanitario que cree “refugios libres de actores armados donde pueda salvaguardarse la población […] y garantice el retorno de desplazados” a partir de enero de 2023 y con prioridad para el Bajo Calima (Valle del Cauca) y el Medio San Juan (Chocó)” (fuente). En línea con este acuerdo parcial, la política de Paz total del gobierno colombiano busca retomar los puntos del Acuerdo Final de 2016 que prestan “especial atención a los derechos fundamentales […] de los grupos sociales vulnerables como son los pueblos indígenas, y […] de los desplazados por razones del conflicto” (fuente). En este contexto, la OACP, que tiene por mandato asesorar, liderar, coordinar y participar en la formulación y el desarrollo de la
política de paz (fuente), da prioridad al retorno de esta comunidad antes de fin de año (fuente); dando esperanza para que este caso posibilite otros retornos exitosos de otras comunidades hermanas indígenas y negras del Calima, Bajo Calima y San Juan. (fuente)

Sin embargo, a lo largo de este proceso, el camino ha sido largo y sigue siendo sembrado de escollos. Según el Decreto Ley 4635 de 2011, y de conformidad con los Principios Rectores de los  desplazamientos internos de las Naciones unidas (fuente), el Estado tiene la responsabilidad de garantizar “las condiciones para el retorno a los territorios de las comunidades […] en condiciones de seguridad, voluntariedad y dignidad” (fuente). La voluntad de construir la paz en medio de un conflicto armado que todavía no se ha terminado se enfrenta a la complejidad de cumplir estos criterios en un contexto volátil. Si la voluntad de la comunidad se ha manifestado a través de una firme determinación, la seguridad del territorio sigue frágil por ser una zona de tránsito de los grupos armados y por la falta de condiciones dignas de las viviendas del resguardo.

Así, ante la falta de asistencia institucional para la comunidad (fuente), la JyP la apoya al presentar una tutela que llega a una sentencia del juez de restitución de tierras, el 13 de febrero de 2023 (fuente), en la que se reconoce la calidad de víctima del conflicto armado interno a la Comunidad Wounaan Nonam, y se ordena dar seguimiento e implementar planes correspondiendo a la labor de cada institución. Más precisamente, la Agencia Nacional de Tierras (ANT), la Unidad de Víctimas (UARIV), la Dirección de Consulta previa del Ministerio del Interior, la Unidad Nacional de Protección (UNP), y también la Procuraduría, la Defensoría, la Personería Buenaventura, la Unidad de Restitución de Tierras (UAEGRTD) y el Bienestar Familiar (ICBF) tienen que cumplir sus metas en un plazo de pocos meses con la perspectiva de fortalecer las medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a la comunidad el 3 de junio de 2011 (fuente). Según esta misma sentencia de 2023, la fuerza pública que tiene jurisdicción en la zona, entre otras, la Brigada de Infantería de Marina No. 2 y el Batallón Fluvial No. 24, tendrán que brindar seguridad y vigilancia, en acuerdo con las autoridades de la Comunidad Wounaan. Por último, los ministerios del Ambiente y Desarrollo Sostenible, de Salud, de Vivienda y de Educación tendrán que coordinarse con la comunidad para asegurar su desarrollo sostenible (fuente).

Sin embargo, en una inspección in situ al resguardo el 4 de julio de 2023, el mismo juez de restitución de tierras observó que ninguna de las instituciones implicadas había cumplido con los compromisos
ordenados (fuente). De hecho, el plan de retorno colectivo de las familias fue diseñado por ellas mismas sin más ayuda que el apoyo de JyP (fuente). Todo ello en un territorio en el cual la institucionalidad se observa casi exclusivamente por la presencia de la fuerza pública. A pesar de que varias de las instituciones civiles mencionadas en la sentencia generaron una fuerte atención mediática alrededor del evento, las familias comentan que todavía están esperando que el Estado cumpla sus deberes al respecto. Su seguridad alimentaria aún no está asegurada y todavía les faltan siete meses de mercado hasta que puedan cosechar los frutos de sus siembras y plantaciones.

En 2023, la comunidad Wounaan pudo celebrar las festividades de fin de año en su tierra, con toda la alegría y la esperanza de poder volver a permanecer en su territorio definitivamente. Con las
preocupaciones ante la situación crítica en la que todavía se encuentran, esperamos que este éxito se siga concretando a lo largo de este año con todo el debido acompañamiento del Estado. JyP seguirá observando los avances y visibilizando las necesidades de las familias para su vida y su seguridad, contando con el acompañamiento y la observación internacional de PBI.

LA “PAZ TOTAL” FRENTE A LA REALIDAD TERRITORIAL

El nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, definió desde su toma de posesión que la política de la “Paz Total” sería una de las prioridades de su agenda. Esta política busca la apertura de diálogos y la desmovilización de todas las estructuras armadas ilegales. Desde entonces, cuatro de estos grupos declararon un cese al fuego[1] y, en noviembre de 2022, se reinstaló una mesa de negociaciones con la guerrilla del ELN (Ejército de Liberación Nacional)[2], suspendida durante el Gobierno de Iván Duque. Asimismo, está previsto un proyecto de ley para el sometimiento a la justicia de otras estructuras armadas que el Gobierno define como “grupos criminales de alto impacto”, que carecerían de carácter político y, en el que estarían incluidas estructuras sucesoras del paramilitarismo, como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) [3]

Seguir leyendo LA “PAZ TOTAL” FRENTE A LA REALIDAD TERRITORIAL

LA COMUNIDAD DE PAZ: IMPUNIDAD Y CONTROL PARAMILITAR

El 21 de febrero se conmemoró la masacre de Mulatos y la Resbalosa, perpetrada por la Brigada XVII del Ejército y el grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en la que fueron asesinadas 8 personas, de las cuales 7 eran miembros de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó y 3 de ellas menores de edad[1]. En el 2005, durante la Operación Fénix, un comando de aproximadamente 60 paramilitares junto con tropas del Ejército, asesinó a uno de los líderes de la Comunidad de Paz, Luis Eduardo Guerra y su familia en la vereda de Mulatos y, posteriormente, masacró a la familia de Alfonso Bolívar, líder de la zona humanitaria de la Resbalosa. Desde entonces, cada año, se recuerda ese día en las veredas, en un ejercicio de memoria y denuncia de la impunidad que vive el país.

Seguir leyendo LA COMUNIDAD DE PAZ: IMPUNIDAD Y CONTROL PARAMILITAR

IMPUNIDAD EN TORNO A VIOLENCIA POLICIAL DURANTE EL PARO NACIONAL

Casi dos años después del Paro Nacional de 2021, los altos mandos de la Fuerza Pública, investigados por las graves violaciones de derechos humanos cometidas en la represión de las protestas, siguen en plena impunidad. De los 3169 hechos delictivos reportados, la Fiscalía General de la Nación solo atribuyó 65 casos [1] a la Fuerza Pública de los cuales 11 fueron archivados y, a la fecha, no hay ninguna sentencia condenatoria[2]. Mientras tanto, 230 jóvenes se encuentran judicializados por liderar la protesta[3]

Entre otras graves violaciones de derechos humanos cometidas en el marco de la protesta, la desaparición forzada fue una práctica sistemática sobre la cual aún se desconoce su magnitud. Varias organizaciones defensoras de derechos humanos han recabado testimonios y denuncias sobre personas desaparecidas en las protestas de 2021 y destacan la impunidad que rodea estos casos. Recientemente, Sergio Venegas, empresario encargado de administrar cementerios en Bogotá, acusó a la Policía Nacional de haber utilizado hornos crematorios para desaparecer hasta 300 personas durante el Paro Nacional[4]. Alberto Yepes, coordinador del observatorio de derechos humanos de la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos (CCEEU), indica que aún se desconoce el paradero de 87 personas que efectivamente podrían haber sido desaparecidas en los cementerios de Bogotá[5].

Seguir leyendo IMPUNIDAD EN TORNO A VIOLENCIA POLICIAL DURANTE EL PARO NACIONAL